sábado, 12 de noviembre de 2011

8 de Octubre, ya 9, en la madrugada, 1 semana y media aqui.

Ver como de atrás queda la noche y vas tras el sol para llegar al planeta en donde se siembran círculos. La ventana congelada por el frio de los gigantes copos blancos que rodean la maquina que te transporta a tu nuevo viejo mundo ; seco.
Te quitan los zapatos, te despojan de la bebida y corres para poder volar. Huela a lo que olerá por mucho tempo tu camino a casa.
Medellín Bogotá, una monja, Bogotá Madrid, Un acompañante extraño, colombiano, pero no colombiano como yo, un acompañante indeseado, y por ultimo Madrid Paris, la niña que lo narra todo y no ve nada. La torre la vi primero que ella, ella nunca la vio, no sabia lo que significaba.
Llegue a un lugar y olvide porqué. Llegue a no saber de que se trataba y aun así, y por encima de todo, es lo que quiero.
Si existe un lugar en el que cuando lloras llueve, existe lo divino. Estoy en la cuidad que se refleja a si misma durante el día, construida con la piedra del color perfecto. Casa de la luz, sin importar la hora. Llegue a la casa de los pájaros que te sacan los ojos  y hacen que la mañana sea un futuro negro. Llegue donde la propiedad privada es divina, urbana y poéticamente invadida. Donde caen hojas secas en las escaleras de las estaciones de un metro que atraviesa bajo tierra el lugar que por encima suena día y noche a crimen ; el lugar que no sabe que no es uno, sino mil a cada segundo.
El primer gato que vi era blanco, es el único gato que he visto, y estaba en una tienda verde, aquí las tiendas son verdes y aquí las tiendas verdes son muchas. Aquí la luna esta al revés y las nubes no existen en el cielo hasta que un día el cielo deja de existir y con el los aviones que permanentemente atraviesan la cuidad dejando el cielo a rayas, los aviones que nunca escuchas. De fondo y para aumentar la sensación que no se si es tristeza, incluso para afirmarla, sonando, el ascensor sangriento, extrañamente precedido de un ruido fuerte en la escalera del edificio, que fue construido a la medida exacta (como todo) de este lugar.