lunes, 21 de enero de 2008

Zoom. Tu Frio Imposible V

Piso: 12
Al oriente ya no veo el dragón, nunca lo ví, y no podre verlo. ya no existe.
Piso: 5
Todo en el mismo lugar.
A la derecha, la princesa del mundo.
No te preocupes, eres la princesa de todos nosotros, vas a ver, todo va a estar bien, así es.

martes, 15 de enero de 2008

Las Cuidades Sutiles. 3

Si Armilla es así por incompleta o por haber sido demolida, si hay detrás un hechizo o solo un capricho, lo ignoro. El hecho es que no tiene paredes, ni techos, ni pavimentos; no tiene nada que la haga parecer una cuidad, excepto las tuberías del agua que suben verticales donde deberían estar las casas y se ramifican donde deberían estar los pisos: una selva de tubos que termina en grifos, duchas, sifones, rebosaderos. Se destaca contra el cielo la blancura de algún lavabo o bañera u otro artefacto, como frutos tardíos que han quedado colgados de las ramas. Se diría que los fontaneros terminaron su trabajo y se fueron antes de que llegaran los albañiles; o bien que sus instalaciones indestructibles han resistido a una catástrofe, terremoto o corrosión de termitas.

Abandonada antes o después de haber sido habitada, no se puede decir que Armilla este desierta. A cualquier hora, alzando los ojos entre las tuberías no es raro entrever una o varias mujeres jóvenes, espigadas, no de mucha estatura que retozan en las bañeras, se arquean bajo las duchas suspendidas sobre el vacío , hacen abluciones, o se secan , o de perfuman o se peinan los largos cabellos delante del espejo. en el sol brillan los hilos de agua que se proyectan en abanico desde las duchas, los chorros de los grifos, los surtidores, las salpicaduras, la espuma de las esponjas.

la expoliación a que he llegado es esta: ninfas y náyades han quedado dueñas de los cursos de agua canalizados en las tuberías de Armilla. Habituadas a remontar las venas subterráneas, les ha sido fácil avanzar en su nuevo reino acuático, manar de fuentes multiplicadas, encontrar nuevos espejos, nuevos juegos, nuevos modos de gozar el agua. Puede ser que su invasión haya expulsado a los hombres, o puede ser que Amilla haya sido construida por los hombres como un presente votivo para congraciarce con las ninfas ofendidas por la manumisión de las aguas. en todo caso esas mujercitas parecen contentas: por la mañana por la mañana se las oye cantar.

Las ciudades invisibles.
Italo Calvino.